Ante el juez Manuel García Castellón, el poderoso Francisco González habría responsabilizado al exnúmero dos del banco, Ángel Cano, y a quien fuera jefe de seguridad de la entidad, el excomisario Julio Corrochano, de los encargos al comisario Villarejo, que incluyen espionaje a rivales, según el Eldiario.es, citando fuentes jurídicas.
Francisco González, principal impulsor para crear en México una de las filiales más poderosas de la entidad financiera BBVA-Bancomer, es investigado en España por los delitos de cohecho y revelación de secretos, por el espionaje ordenado desde el banco al polémico excomisario de la Policía Nacional, José Manuel Villarejo.
El jefe de policía, enlace con Villarejo, fue contratado como seguridad del banco en 2002. Tras su comparecencia como imputado, el juez le dictó prisión eludible con una fianza de 300 mil euros, que el policía abonó.
A su vez, Ángel Cano fue citado en julio pasado y se acogió a su derecho a no declarar. En la comparecencia, González recordó que Corrochano dependía del consejero delegado, de acuerdo con el diario digital citado.
Tanto Corrochano como Cano aparecen en una serie de grabaciones registradas por Villarejo y que se encuentran en poder de la Audiencia Nacional.
Ante los periodistas, González afirmó este lunes que en mayo de 2018 tuvo conocimiento de que Villarejo, a través de su empresa Cenyt, “había prestado algunos servicios al grupo BBVA”.
“Inmediatamente –aseguró– abrimos una investigación para determinar el alcance de dichos trabajos. Posteriormente se abrió también una pieza judicial”, y luego de ello anunció que estaba interesado en declarar. “Hoy he tenido la oportunidad de hacerlo y he podido contestar con toda transparencia, con toda claridad, a todas las preguntas de los fiscales y también del juez”, puntualizó.
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