«Los contactos entre nuestros países empezaron a establecerse a finales del siglo XVIII – principios del siglo XIX.

En marzo de 1806 arribó a la provincia mexicana de Baja California el barco ruso “Yunona”; cuyo capitán Nikoláy Rezánov era uno de los hombres más destacados del Imperio Ruso. Nikoláy Rezánov fue un estadista y diplomático ruso que promovió la colonización rusa de Alaska y California. También fue el primer Embajador ruso en Japón (1804) y apoyó el primer intento de Rusia de circunnavegar el mundo.

Además, Rezánov fue uno de los fundadores de la gran Compañía RusoАmericana, que abastecía alimentos y pieles a la población de colonias rusas en América. Рrecisamente las actividades de esta Compañía sentaron las bases de las relaciones tanto económicas como diplomáticas entre nuestros dos países. Alejandro I, el Emperador de Rusia de aquel entonces, escribía en “Las Instrucciones para la Primera Circunnavegación Rusa”: “Estando en América no dejé sin comentarios los aspectos y las costumbres de la población indígena, su arte, religión, tradiciones, reglas y modales.”

En 1812 la Compañía Ruso-Americana fundó en el territorio de California la fortaleza rusa – Fort Ross – que se convirtió en la fortificación rusa más septentrional en América del Norte. De tal manera, los cimientos para el establecimiento de las relaciones oficiales fueron asentados.

Las primeras conversaciones sobre el establecimiento de las relaciones diplomáticas entre Rusia y México iniciaron en los años 20 del siglo XIX en la ciudad de Londres, Gran Bretaña, pero no tuvieron éxito. Más tarde, en los años 80 del mismo siglo se realizó la segunda ronda de pláticas.

El 11 de diciembre de 1890 el barón ruso Román Rosen, nombrado por el Emperador Alejandro III Ministro Extraordinario y Plenipotenciario del Imperio Ruso ante el gobierno de los Estados Unidos Mexicanos, y el Ministro de Asuntos Exteriores de los Estados Unidos Mexicanos Ignacio Mariscal firmaron el documento correspondiente. Años después, Román Rosen escribía en sus memorias sobre la ceremonia de la entrega de las cartas credenciales al Presidente de México, Porfirio Díaz: “He tenido el honor de entregar las cartas credenciales a muchos Monarcas y Jefes de Estado, pero en ningún otro lugar ese acto ha sido acompañado con una ceremonia tan esmeradamente organizada y tan impresionante como en México”.

A principios del siglo XX México y Rusia firmaron el primer acuerdo bilateral sobre comercio y navegación. Pero este documento jamás fue puesto en práctica debido a dos tempestuosos acontecimientos de la época que resultaron ser la Revolución Mexicana de 1910 y la Revolución Rusa de 1917.

“México y Rusia recorrieron caminos muy distintos que parecieron converger al vivir ambos las impactantes conmociones sociales de principios del siglo XX. Durante los años veinte, tanto en México como en la URSS, se iniciaba la conquista de la nación y su despliegue hacia el exterior. A pesar de la disparidad de la historia de México y Rusia, las relaciones de nuestros países se sustentaron en principios de politica exterior… Cuando la legitimidad de las revoluciones mexicana y rusa fue reconocida por las potencias europeas y norteamericana, las relaciones diplomaticas entre nuestros países se volvieron factibles.” (Luciano Joublanc, Embajador de México en Rusia de 1999 a 2007. Interervención en la Academia Diplomática del Ministerio de Asuntos Exteriores de la Federación de Rusia, en la conferencia “Rusia y México”).»

FUENTE:https://mexico.mid.ru/es/historia

]]>

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *